De vacaciones en una costosa casona de Pinamar, el flamante
diputado nacional anda “flojito de números”. Su declaración jurada y las
diferencias con su nivel de vida
Nota de
Veintitrés Sergio Massa es un tipo afortunado. En muchos aspectos, pero sobre todo en el
literal. Según su última declaración jurada de bienes y ganancias disponible, el
diputado del Frente Renovador dijo poseer un patrimonio de al menos 1.542.039
pesos. Lo juramentó a fines de 2012 frente a la Oficina Anti Corrupción, cuando
todavía ejercía como intendente de Tigre y su nombre aún no lucía entre los
“presidenciables” del vasto arco opositor. Por entonces, el muchacho nacido hace
41 años en un hogar de clase trabajadora en el partido de San Martín acumulaba
dos propiedades en un barrio privado a orillas del Delta, una camioneta VW y
ahorros en efectivo por encima del medio millón de pesos. Nada mal para un joven
dirigente que transcurrió casi toda su vida laboral en la función pública.
Sin embargo, lo más llamativo de su declaración no es la holgura de su
patrimonio sino el modo en el que mantiene lo que dice poseer. El sugestivo dato
surge del ítem “Gastos personales”, donde el declarante debe plasmar cuánto
dinero insume al año para vivir. En esa oportunidad, Massa juró haber gastado
180.261 pesos en todo el período. Es decir: unos 15.021 pesos por mes. Con ese
disponible mensual, la nueva estrella del peronismo anti-K debió afrontar los
variados costos de sus propiedades, entre los que se cuentan las tasas
municipales, los servicios y las expensas del barrio cerrado que, según sus
vecinos, en ningún caso baja de los 2 mil pesos al mes. También debe afrontar el
pago por la escolaridad privada de sus hijos –unos 6 mil pesos, según fuentes
del mercado–; los 5 mil pesos que cuesta mantener una cobertura médica prepaga
de calidad; los gastos por seguro, patente y combustible de la camioneta; y los
surtidos viajes al exterior. La aritmética sugiere que los 15 mil pesos
declarados por Massa se irían sólo en esos gastos fijos, a los que habría que
sumarle, claro está, el costo de alimentos, vestuario, entretenimiento y otras
necesidades más o menos básicas de la vida familiar. Por cierto: aunque no hace
alarde de lujos excesivos, el diputado y su familia no parecen estar vestidos y
nutridos por obra y gracia de la caridad.
¿Cómo hizo Massa para cubrir los gastos de su confortable vida familiar con
apenas 15 mil pesos al mes?
¿Cómo hizo Massa para cubrir los gastos de su confortable vida familiar con
apenas 15 mil pesos al mes? El interrogante se amplifica cuando se bucea en su
declaración jurada. Allí consta, por caso, que el entonces intendente percibía
un ingreso salarial anual de 710 mil pesos, los cuales, descontado los pagos por
ganancias y cargas sociales, implicaba un ingreso de bolsillo de unos 41 mil
pesos al mes. Sin embargo, en una descomunal constricción al ahorro, Massa
habría condenado a su familia a vivir con menos de lo justo para obtener una
reserva anual de unos 300 mil pesos. Eso, al menos, es lo que consta en su
declaración jurada, donde el diputado confiesa haber concluido el 2012 casi con
400 mil pesos más que con los que comenzó. Y eso que, como ocurre con las
declaraciones impositivas, los bienes están consignados con sus valores
fiscales, o sea, muy por debajo de su verdadero precio comercial. A los efectos declarativos, por ejemplo, el valor de su coqueta casona
construida sobre dos lotes en el exclusivo Barrio Isla del Sol de Tigre orilla
los 600 mil pesos, lejos de los 800 mil dólares que le asignan como precio de
mercado los corredores de bienes raíces de la zona. Con la camioneta –una Tiguan
del 2010– ocurre algo parecido. Su valor, en la declaración, es de 155 mil
pesos, unos 50 mil menos que lo que por entonces se valuaba en el mercado
automotor. Estas inconsistencias entre los valores fiscales y precios de mercado
son frecuentes en las declaraciones de bienes, pero no es común que un
contribuyente diga vivir con menos de lo que en realidad necesita para vivir.
Por el contrario, los contadores suelen recomendar que la declaración de Monto
Consumido esté por encima de la “estimación razonable” que requiere la AFIP,
precisamente, para evitar llamar la atención del organismo recaudador. “Sólo un
pésimo contador le recomendaría a su cliente declarar un monto consumido exiguo,
porque es como poner la cabeza en la boca del león. A la AFIP le puede llevar
minutos descubrir que un contribuyente miente con sus gastos”, graficó un
profesional con décadas de experiencia en la confección de presentaciones
contables. ¿Por qué un contribuyente mentiría en la declaración de sus gastos anuales?
“Hay muchas razones, pero lo más común es que en el afán de que cierre una
declaración que viene floja de papeles a los colegas se les vaya la mano con el
dibujo”, concluye el contador, que pidió reserva de identidad tras exponer
detalles incómodos de su profesión. ¿Habrá sido ése el caso de Massa?¿Acaso su
contador tuvo que extremar la creatividad para cerrar los números de su cliente?
La respuesta, por ahora, sólo la conoce el diputado. Pero, de confirmarse esa
hipótesis, no sería la primera vez que el muchacho resulta envuelto en un
problema de papeles.
Llamativo, por decirlo de manera elegante, resulta la capacidad de ahorro de
alguien que prácticamente vivió de sueldos estatales –diputado provincial, al
frente del Anses, intendente, jefe de Gabinete–, para poder hacerse de una
importante casa en el barrio cerrado Isla del Sol, que de acuerdo con los
precios de mercado rondaría los 800 mil dólares. Una llamativa capacidad de
ahorro del recientemente elegido diputado nacional. A principio de 2013, el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires
–a través de su Delegación Zonal de San Isidro– apercibió al entonces jefe
comunal y a varios de sus funcionarios por inconsistencias en la rendición del
presupuesto ejecutado durante el 2011. Entre varios aspectos, la Relatoría
cuestionó “haberse imputado erróneamente en el Presupuesto” una serie de
recursos afectados como de “Otros Orígenes por 236.000 pesos, asignando en
gastos la fuente de financiamiento de Libre Disponibilidad”. Más adelante, el
informe observó por falta de transparencia la contratación de algunos servicios
en forma directa cuando “correspondía otra modalidad”. Uno de los casos
observados fue el de la empresa ShowKraft, que percibió una suma millonaria por
servicios de logística asociados a la realización de espectáculos públicos
promovidos por la comuna. No es un secreto que Massa promocionó su figura
primero –y su candidatura después– aceitando su vínculo con artistas y farándula
a partir de la contratación de shows y espectáculos de primer nivel. Pero esa
profusión del marketing tuvo un costo elevado, que la comuna pagó resignando
inversión en infraestructura y acción social. Ese desvió de recursos presupuestarios se vuelve especialmente dramático en
un municipio donde las mayorías populares sobreviven con la necesidades básica
insatisfechas. Un detallado informe elaborado por el Grupo de Estudio de
Economía Nacional y Popular (GEENaP) detalló el drama social que rodea a los
countrys y barrios de lujo como el que habita Massa: * “Falta de desagüe cloacal: Sólo el 17% de los hogares de
Tigre tienen desagüe cloacal. Esta cifra por demás alarmante se encuentra muy
por encima del promedio provincial y Municipal.” * “Déficit de Agua en red: El 64% de los hogares de tigre
tienen agua en red mientras que la media provincial es de 75%.” * “Déficit de Gas en Red: Sólo el 55% de los hogares tiene
gas en red mientras que la media de la primera sección es del 60% y la de la
provincia es de 65%.” * “Mayor cantidad de hogares con vivienda precaria: Mientras
que tanto para el promedio de la primera sección como para la provincia, el
porcentaje de hogares con vivienda precaria es de 4%, el municipio de Tigre
tiene valores de un 50% mayores siendo el 6% los hogares con vivienda
precaria.” * “Alta tasa de mortalidad infantil: En Tigre, por año
mueren alrededor de 100 niños.” * “Déficit de camas que presenta el hospital municipal: La
cantidad de camas disponibles es de apenas 120, lo que implica un déficit de más
de 250 camas.” Frente a ese mar de necesidades, el GEENaP estudió cómo y en qué se había
gastado el presupuesto 2012, el mismo año en que Massa declaró vivir con 15 mil
pesos por mes. “Mirando la ejecución, nos encontramos con una importante
subejecución en el crédito vigente de unidades jurisdiccionales clave para la
implementación de políticas públicas destinadas a mejorar la calidad de vida de
los habitantes del municipio”, dice el informe en sus conclusiones. El desvío de recursos con destino social que se van por la canaleta del
marketing y la autopromoción estaría asociado a la discrecionalidad con la que
se manejaría el presupuesto comunal. Ya en 2012, por caso, esa relación había
sido advertida por la oposición durante el debate por la rendición de cuentas de
2011. El Bloque de Acción comunal cuestionó, por caso, los elevados gastos en
publicidad, propaganda y eventos que, sumados con el resto de los gastos de la
Secretaría de Relaciones Institucionales, ascendían a más de 28.000.000 de
pesos, lo que equivalía a lo gastado por todos los Centros de Salud del
Municipio. Por su parte, el edil Luis Canceló se negó a aprobar los números
massistas por la falta de documentación respaldatoria de una veintena de
licitaciones públicas y privadas, las reducciones presupuestarias sufridas en el
Servicio de Emergencias Tigre y el incremento de 4.000.000 de pesos en la Unidad
Intendente, “sin que en la rendición se brinden detalles de la aplicación de
esos fondos”. Años más tarde, el Tribunal de Cuentas de la provincia amonestaría
al intendente con argumentos similares. ¿Acaso esa disponibilidad de recursos públicos con contabilidad viscosa
colaboró para que Massa pudiera cubrir sus gastos familiares con apenas 15 mil
pesos por mes? Otra vez, la respuesta la tiene el dirigente renovador, quien por
estas horas veranea con su familia en una mansión de La Herradura, el único
country golf club de Pinamar. La casona, a estrenar, se encuentra en un paraíso
natural de pinos bañados por un lago privado. Los terrenos se venden a partir de
los 1400 m2 y entre los servicios, el country ofrece canchas de golf, fútbol,
tenis y polo. Y hasta un centro hípico con caballerizas, pistas de salto y
vareo. “Caso raro, el de hacer una casona de ese tipo y alquilarla recién
terminada”, dijo, extrañado, un empresario inmobiliario de la zona. Pasar un mes
en ese oasis se paga unos 80 mil pesos, cash. Él la habría alquilado por dos.
Más el precio de una carpa en uno de los balnearios más conocidos del lugar, que
va de los 10 mil a los 15 mil pesos por mes. Tipo afortunado, Massa. Números que no cierran * Declara vivir con 15.000 pesos por mes. * Sus gastos de expensas por su casona en el Tigre superan
los 2.000 pesos. * La escuela privada de sus hijos está en torno de los 6.000
pesos. * Salud privada: unos 5.000 pesos para el grupo
familiar. * Gastos de seguro, combustible y mantenimiento de su
camioneta, no menos de 2.500 pesos. * Veraneo en una casona de Pinamar, a 80.000 pesos por
mes.
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