Pero, además, lo dotan de capital. El sistema de medios concentrados expresa y representa a sus espectadores cooptando sus emociones o poniendolas a circular en pantallas,movimiento virtuosos de las emociones de los espectadores hacia las pantallas es simultáneo al movimiento del capital hacia los grandes productores televisivos. Las emociones transformadas en mercancias por su efecto de adhesión y cooptación de millones de espectadores en las pantallas donde esas emociones se expresan, son el circulante final del sistema de intercambio televisivo.
La acción emotiva, la desazón la heroicidad individual del pobre o la víctima son la base operativa de un renovado fetichismo de las mercancías por el que, allí donde las lágrimas, hay risas, hay abrazos, reencuentros, muertes o cualquier emoción en acto, hay dinero circulando y capital acumulándose en pocas manos.
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