sábado, 21 de diciembre de 2013

Ese discreto encanto de ser un denunciador serial.

Ser Diputado o Senador te permite accionar la maquinaria judicial poniendo en gastos al estado haciendo denuncias con la sola prueba de recortes de diarios. Es fabuloso. Además cuando te imputan por falsa denuncia apelas a tus fueros y todo termina ahí. Es de lo más canalla y falso que se puede ver en la democracia.



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